¿Pueden nuestros seres queridos fallecidos guiarnos desde el más allá?
¿Alguna vez sentiste que alguien desde el más allá te estaba guiando? 🕊️
Cuando perdemos a un ser querido, además de vivir el dolor de su ausencia, en ocasiones nos preguntamos si están a nuestro alrededor, si nos guían o nos ayudan, e incluso, nos preguntamos acerca de la muerte y la existencia del más allá.
Más allá de las explicaciones religiosas y filosóficas, muchas personas afirman sentir la presencia o recibir señales de sus seres queridos fallecidos. ¿Es esto una forma de guía desde el más allá? ¿Son manifestaciones espirituales reales, respuestas emocionales del duelo, o fenómenos que la ciencia aún no logra explicar completamente?
Mis años de experiencia personal y profesional me han permitido evidenciar y confirmar que definitivamente algunos de nuestros seres queridos al fallecer, deciden regresar desde el más allá para guiarnos, acompañarnos, protegernos e incluso ayudarnos.
🌌 ¿Cómo se manifiestan los seres queridos fallecidos como nuestros guías?
Las siguientes son algunas de las maneras en las que los seres queridos fallecidos se manifiestan como nuestros guías:
- A través de sueños vívidos o repetitivos donde el ser querido aparece con un mensaje claro.
- Mediante sincronicidades o coincidencias significativas (por ejemplo, escuchar su canción favorita en un momento emocional).
- A través de sensaciones físicas como una caricia leve, un aroma familiar, o cambios de temperatura sin explicación aparente.
- Por mensajes mediúmnicos o canalizaciones, ya sea mediante personas con habilidades psíquicas o prácticas personales de conexión espiritual.
- Para muchos creyentes, estas señales no solo son reales, sino pruebas contundentes de que el amor traspasa la barrera de la muerte.
En mi libro "Mensajes de seres queridos del más allá", explico todas las manifestaciones de su presencia, las señales que nos envían para hacernos saber que han regresado, las maneras en que lo hacen y sus motivos para hacerlo. Este es el link de mi libro:
Hay infinidad de testimonios reales de personas que hemos recibido la guía de nuestros seres queridos fallecidos que han regresado del más allá para ayudarnos. Te invito a conocer algunos de esos testimonios en el siguiente video: Link: https://www.youtube.com/watch?v=K55HMoj0n-c
Entre la fe, el amor y la ciencia: seguir caminando con ellos
La posibilidad de que nuestros seres queridos fallecidos nos guíen desde el más allá no solo es una cuestión de creencia o de experiencia, sino también de significado. Al final, lo que más influye no es si esa presencia puede probarse científicamente, sino cómo impacta en nuestra vida, en nuestras decisiones y en nuestra forma de sanar.
De alguna manera, necesitamos vínculos, incluso después de la muerte. El duelo no busca olvidar, sino aprender a vivir con la ausencia o con las señales del más allá y puede transformarse en una forma de presencia amorosa —sea en forma de recuerdo, intuición, señal o guía— entonces se convierte en una fuerza que nos acompaña.
A lo largo de la historia, personas de diferentes culturas y creencias han buscado comprender y descubrir qué ocurre después de que un ser querido deja este plano físico. Veamos algunas de ellas y sus diferentes perspectivas:
1. Perspectivas espirituales
Desde lo espiritual, esta conexión se profundiza aún más. No es extraño que, tras una pérdida, una persona comience a explorar prácticas como la meditación, la oración o incluso el espiritismo, buscando comprender si hay algo más allá de la muerte. En muchos casos, este camino espiritual se convierte en una fuente de fortaleza y transformación interior.
Gran parte de las grandes culturas y religiones antiguas de la humanidad han creído que los seres queridos fallecidos no desaparecen por completo y que ellos continúan existiendo en otro plano, y pueden actuar como guías o protectores para quienes aún vivimos en el mundo físico.
✨ Creencias espirituales comunes:
Espiritismo: Popularizado por Allan Kardec en el siglo XIX, sostiene que los espíritus de los difuntos pueden comunicarse con los vivos y brindar orientación. En sesiones mediúmnicas, los espíritus pueden enviar mensajes de consuelo, advertencia o consejo.
Tradición indígena y ancestral: En muchas culturas nativas de América, África o Asia, se honra a los antepasados como guías espirituales. Se cree que su sabiduría continúa influyendo en la vida de los descendientes.
Religiones orientales: En el budismo y el hinduismo, se considera que el alma sigue un ciclo de reencarnación, pero también puede permanecer como espíritu para ayudar a los vivos durante un tiempo.
Catolicismo: Aunque no habla de contacto directo con los muertos, sí promueve la idea de que los santos y seres queridos en el cielo interceden por nosotros.
2. Perspectivas científicas
Desde lo científico, algunos expertos invitan a no desechar las experiencias de la presencia de seres queridos fallecidos simplemente como ilusiones. Aunque hasta hace poco no se podía medir con instrumentos la comunicación entre vivos y muertos ni la presencia de seres queridos fallecidos , las nuevas tecnologías, si lo están haciendo.
Hoy en día esas tecnologías han ayudado a mostrar la presencia de seres queridos fallecidos cerca a personas o incluso saliendo de sus cuerpos luego de fallecer. Puedes encontrar en YouTube u otras redes sociales, gran cantidad de videos grabados con camaras profesionales y teléfonos celulares mostrando estos tipos de fenómenos.
Instituciones y universidades de diferentes lugares del mundo han estado haciendo investigaciones con las nuevas tecnologías y con las que han ido construyendo para recopilar información de experiencias relacionadas con el más allá y el regreso de seres queridos que guían a sus seres vivos. He aquí algunas de ellas:
Experiencias cercanas a la muerte (ECM):
Muchos pacientes que han estado clínicamente muertos y luego revivieron reportan experiencias extraordinarias: túneles de luz, encuentros con familiares fallecidos, sensación de paz y visión panorámica de su vida. Estas experiencias se han documentado ampliamente en hospitales de todo el mundo.
Si bien la neurociencia sugiere que podrían ser productos de una actividad cerebral anormal bajo condiciones extremas, no hay una explicación definitiva sobre cómo tantas personas reportan vivencias similares, incluso cuando su cerebro no debería estar activo.
Presencias sentidas:
La neurociencia ha identificado áreas del cerebro como el lóbulos temporales y la amígdala, que al ser estimuladas pueden generar sensaciones de presencia y que se activan con la presencia de fantasmas o seres queridos fallecidos.
Un ejemplo de este tipo de investigaciones se realizó en Hospice & Palliative Care en Buffalo de New York, por parte del director El Dr. Christopher Kerr. Mediante observaciones clínicas e información de pacientes terminales, recibió sus testimonios en los que afirmaban ver y sentir la presencia de sus seres queridos fallecidos pocos días antes o el mismo día antes de morir.
Parapsicología y estudios controlados:
Algunos laboratorios han intentado probar la comunicación con el más allá mediante experimentos controlados, como el uso de médiums en entornos científicos. Un ejemplo de ello es la que los investigadores de la Universidad de Hertfordshire en el Reino Unido, quienes bajo el rigor científico y el uso de instrumentos de medición paranormal visitaron lugares que eran conocidos por registrar actividad paranormal.
Los resultados encontrados fueron que se detectaron experiencias paranormales e inexplicables y presencias durante todos los recorridos.
3. Perspectivas emocionales
Desde el punto de vista emocional y psicológico, el sentimiento de que un ser querido fallecido nos acompaña es profundamente sanador. El duelo es un proceso complejo, y la mente busca formas de adaptarse a la pérdida. En ese proceso, es común sentir la presencia de la persona ausente como una forma de mantener el vínculo afectivo.
💔 El duelo y la presencia sentida
La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross identificó cinco etapas del duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), pero el proceso no es lineal. Muchas personas, en la etapa de adaptación, informan experiencias como:
- Escuchar la voz del fallecido en la mente.
- Sentir su presencia cerca.
- Soñar frecuentemente con ellos.
- Sentir que les “habla” en momentos difíciles.
- Tener la sensación de que les acompaña o protege.
Muchos terapeutas han empezado a reconocer el valor terapéutico de mantener una conexión simbólica con el ser querido fallecido. No se trata de negar la pérdida, sino de integrar esa relación en una nueva etapa. A esto se le llama "continuación del vínculo", y se considera una forma saludable de vivir el duelo.
Estudios psicológicos han encontrado que las “experiencias de presencia sentida” ocurren en más del 60% de quienes han perdido a alguien cercano. Para muchas personas, es una manifestación profunda del amor que perdura más allá de la muerte.
✨ Reflexión final
Para quienes tienen una fe o creencia espiritual firme, la guía desde el más allá es una realidad consoladora y significativa. Para quienes adoptan una visión más racional, puede tratarse de un mecanismo de adaptación emocional. Y para la ciencia, es un fenómeno que todavía no tiene explicación definitiva, pero que vale la pena seguir explorando.
Para mi, el más allá después de lo que he vivido y lo que otros me han contado, definitivamente existe, y el amor y la conexión con nuestros seres queridos fallecidos, también. Tal vez se trate de abrir el corazón y la mente a la posibilidad de que la muerte no sea el final.
Al final, quizás no se trata de comprobar si el más allá existe, sino de observar lo que estas experiencias despiertan en nosotros: amor, paz, guía, resiliencia. Si eso nos impulsa a ser mejores personas, a vivir con más propósito, o a sanar heridas profundas, entonces quizá sí, de alguna forma misteriosa, ellos siguen guiándonos.
El amor que sentimos por quienes han partido no desaparece con la muerte, ellos regresan para guiarnos cuando consideran que así lo necesitamos. Algunos de ellos permanece en nuestra memoria, en nuestras decisiones, en nuestros valores y, para muchos, también en forma de señales misteriosas que nos hacen sentir que no estamos solos.
